Ante los cambios realizados por Blogger, tiempo atrás, y que afectaron la plantilla de este blog hay textos largos que no se mostrarán totalmente. La solución a dicho inconveniente es hacer click en el título del artículo y así se logra que se muestre el resto de la entrada. Muchas gracias y disculpas por la molestia ocasionada.

Néstor Rossi (Argentina)


Nacido el 10/05/1925 en Capital Federal, este locuaz y temperamental jugador argentino fue poco menos que el “inventor” del puesto de volante central. Dueño y señor de la mitad de la cancha, con su vozarrón gritaba y ordenaba a sus compañeros para pedir la pelota, que después cedía con precisión y al pie en la distribución del juego. Era el puesto clave de toda una época, que tuvo grandes cultores antes pero con él alcanzó la máxima dimensión; recibió el mote de “Patrón de América” en el equipo de “Los Carasucias” del Sudamericano de Lima en 1957.
Pocos jugadores lograron conjugar a lo largo de más de cien años de fútbol argentino las condiciones por las que el “Gritón” (uno de los tantos apodos que llegó a tener en su carrera) es considerado por todos los hinchas que “peinan canas” el más grande exponente de una vieja estirpe en extinción: la de los “números cincos” caudillos, mandones, capaces de convertirse en ejes de sus equipos por juego y despliegue pero también por autoridad sobre compañeros, rivales y hasta árbitros.
De los Juveniles de Acassuso, Carlos Peucelle lo llevó a River en edad de 5º División. Corría el año 1940 y se pago por él la cifra récord de $ 5.000 por un jugador no profesional. Luego del tránsito obligado por las divisiones inferiores de River, tras un paso por Platense, llegó a la Primera de River Plate para ser sostén indiscutido de “La Máquina”. Sus compañeros eran mayores que él, pero tenía la personalidad suficiente para parecer hasta irrespetuoso al gritarles y ordenarlos. Enseguida llegó a la Selección para discutirle el puesto a Ángel Perucca. Campeón con River en el 45 y el 47, participó luego del éxodo a Colombia. Allí vivió otro gran momento de su carrera en el “Ballet Azul” de Millonarios, aquél de Pedernera, Di Stéfano y Báez. Regresó a River y fue el pivote del tricampeonato de 1955/56/57.
Rossi contaba con una gran presencia física, por la que, en un caso totalmente novedoso para su época, llegó a ser modelo de una casa de ropa en Colombia. Pero aquello que realmente lo distinguía y hacía de él un verdadero "cacique" era su temperamento. Ese que derrochaba generosamente en su juego a la hora de trabar fuerte y ganar la mitad de la cancha, a veces con demasiada vehemencia como certifican sus múltiples expulsiones.
Más allá de esa personalidad, históricamente más emparentada con Boca que con River, Rossi era un exquisito a la hora de distribuir la pelota, capaz de colocar un pase “como con un guante” desde 40 metros de distancia o más. En definitiva, un típico producto de aquellas inferiores “millonarias” que, en su época, se cansaban de sacar jugadores con esa impronta que, para el momento en que él apareció en la primera del club en 1945, ya era todo un sello distintivo de los de banda.
En el seleccionado argentino fue protagonista del triunfo del Sudamericano de Lima en 1957 y luego testigo fundamental del desastre del Mundial de Suecia en 1958. Allí, "otro" fútbol superaba su lentitud de movimientos. Era el principio del fin para su carrera; fue a terminarla a Huracán, donde alcanzó a jugar un par de temporadas y también hizo sus primeras armas como director técnico.
En la memoria futbolera queda el recuerdo de su gran físico -era pesado para moverse, pero muy ágil para pensar-, su calidad para manejar la pelota, sus gritos y algunos golpes, producto de su fuerte temperamento, que le valieron expulsiones y persecuciones de los árbitros.
En la Selección Argentina, entre 1947 y 1958, alcanzó a jugar 26 partidos.
Néstor Rossi, falleció el 13 de Junio de 2007 a los 82 años pero, afortunadamente, resumió sus vivencias futbolísticas y una interminable cantidad de anécdotas en el libro autobiográfico “Yo, Pipo”, realizado en la colaboración del periodista Hernán Ceres.

Dijeron de él

Rossi no corría demasiado y tenía movimientos lentos, pero cuando le llegaba la pelota era el único que tenía una jugada pensada y dos alternativas para hacer. Hacía fáciles las cosas.
(JUAN CARLOS MUÑOZ, compañero en la célebre “Máquina” de River Plate)

En mi primera práctica con la selección le hice un caño a “Pipo” Rossi. En el vestuario, todos lo cargaban y yo le pedí perdón. Él me dijo: "No te hagas problema pibe, pero que sea la última vez".
(JOSÉ RAMOS DELGADO, compañero en la Selección Argentina)

Era un fenómeno... Era original porque era un fenómeno. Simplemente era así...
(ALFREDO DI STÉFANO, compañero suyo en River y en Millonarios de Colombia)

Era el que ponía las cosas en su lugar.
(ÁNGEL LABRUNA, compañero suyo en River Plate)

Anécdotas

- En el año 1959, siendo director técnico y jugador a la vez del club Huracán de su Parque Patricios natal, se dirigió al delantero Norberto “Beto” Conde, a quien él había hecho contratar, y tras mirarlo fijo le espetó: "Beto... a vos te llamaban “El goloso del área” ¿qué te pasa acá en Huracán?... ¿te agarró la diabetes?".

- Como entrenador de River en 1974, le dio por mirar un partido ante Atlanta con un solo ojo. Daniel Passarella, aún imberbe, le preguntó por qué hacía esto. "Para que voy a verlo con los dos si no pasamos del medio del campo".

- Héctor Scandoli, un compañero suyo en River, hizo un mal control con el pecho y le dijo: "che, Pájaro, ¿por qué no te ponés un clavo en el pecho?".

- Jugando contra Estudiantes de La Plata en 1954, Federico Vairo, antes de despejar un balón, le avisó: "Tuya, Pipo". El pase se marchó al limbo y Rossi le pidió ayuda: "bueno, ahora tírame la escalera".

- El debut de “Pipo” en Primera División ocurrió el 24 de Junio de 1945, y River Plate enfrentaba al Racing Club de Avellaneda. Rossi tomó la pelota en el mediocampo y avanzó rápidamente hacia el área racinguista cuando se encontró cara a cara con Milone, arquero de Racing. Cuando iba a “fusilarlo”, Solomón, capitán de Racing, lo derribó en el área y Ángel Labruna transformó el penal en gol. Camino del vestuario al finalizar el primer tiempo, “Pipo” le dijo al capitán de la “academia”: "eh, gran capitán, si no me hacés penal ¿qué pasaba?". "Calláte, mocoso insolente", le contestó un muy enojado Solomón.

- Dirigiendo a Huracán, un delantero volvió a cometer el pecado capital del abecedario futbolístico de Rossi: un mal pase. Y claro, nunca se las callaba: "¿A quién se la diste? ¿Al hombre invisible?".

- Cuenta Daniel Passarella, quién debutara en River bajo su dirección técnica en 1974: El Inter programó en los 80 una cena de gala para agasajar a futbolistas que fueron campeones con el club. A Pipo no le gustó la mesa que le habían asignado a Daniel y decidió acomodarse en una que estaba pegada al escenario. En vano fue el enojo del Kaiser. De pronto, un robusto personaje flanqueado por sus guardaespaldas se plantó delante de los argentinos esperando que le liberaran su ubicación. Pero Pipo, sin levantarse, tirado hacia atrás en su silla, miró y dijo: “Sentate Luchito, hacela corta papá, hacete gomía” (amigo). Luciano Pavarotti sonrió y se fue.

- Una desopilante anécdota lo tuvo de protagonista jugando en "Millonarios" de Bogotá, poderoso club de la "Dimayor" colombiana. Tenía compañeros futbolísticamente ilustres, como Adolfo Pedernera, además de Cozzi, Alfredo Di Stéfano, Báez y el uruguayo Pini entre otros.
En aquel "Millonarios" bogotano se divertían como locos dentro de las canchas y fuera de ellas. Una vez “Pipo” había estado de parranda una noche previa a un importante partido, de esas que empiezan apenas caen las primeras sombras de la noche del sábado y terminan al otro día cuando "el carro de la aurora se asoma por los balcones del Oriente".
Como a la hora del partido estaba que no podía con su alma y trazó un plan que recibió la aprobación caballeresca de sus compañeros: "en los primeros minutos hago un foul, el juez me lo cobra, yo le digo "¿qué cobra?" lo insulto de arriba a abajo, él me echa y yo, con el negocio hecho, me voy a dormir y que Dios los ayude".
Para su mal ocurrió que el árbitro se enteró antes del partido lo que tramaba Rossi. Y le jugó una mala pasada: se dejó insultar todo el partido, por lo que nuestro personaje tuvo que trajinar los 90 minutos “echando el bofe” y largando insultos al vacío porque el juez se hacía el burro olímpicamente…

- Después de su paso por Millonarios de Bogotá, Rossi regresó a River Plate en 1955. Venini, que durante la ausencia de Rossi había sido el mediocentro de River, despejó un balón que impactó con fuerza contra la nuca de Rossi. Y el Pipo, que no soportaba el maltrato de la pelota, justificó la razón de su regreso a River: "¿Cómo no iban a querer que regresara si este era el mediocentro de River?".

- Jugando para Huracán, un compañero suyo achacó que sacó mal un córner porque desde la tribuna le habían tirado un gato. "Un tigre le tenían que haber tirado", repudiando ese defectuoso golpe al balón.

- En una reunión informal sobre la valía de un jugador, alguien se apresuró a decir: "Es un jugador muy limpio". Rossi, socarrón, dijo: "sí, sobre todo con la pelota. Porque nunca la toca".

Trayectoria como jugador:
River Plate (1945-1949) y (1955-1958)
Millonarios -Colombia- (1950-1955)
Huracán (1959-1961)

Trayectoria como técnico:
Huracán (en dos etapas)
River Plate (en dos etapas)
Racing
Boca Juniors (campeón en 1965)
Millonarios (Colombia)
Granada (España)
Cerro Porteño (Paraguay)
Atlanta (notable campaña en 1973)
Elche (España)
All Boys
Atlanta
Colón (Santa Fe)

Títulos conseguidos:
River Plate: 1945, 1947, 1955, 1956 y 1957
Millonarios: 1949, 1950 y 1951
Sudamericanos: 1947 y 1957 (con la Selección Argentina)

Fuentes consultadas:
* Diario “Perfil”
* Blog “Café fútbol”
* Blog “La pelota no dobla”
* Diccionario Enciclopédico del fútbol (del Diario “Olé”)
* Libro “10.000 horas de fútbol” de Diego Lucero (Corregidor)
* Libro "De la Naranja Mecánica a la Mano de Dios" de Julio Maldonado

No hay comentarios: